Durante los primeros tiempos de la Reconquista, donde más que una reconquista propiamente dicha se trataba de una resistencia basada en escaramuzas, los cronistas recogieron muchas de esos enfrentamientos. El reducido territorio conformado por el Reino de Asturias tras la Batalla de Covadonga convirtió gran parte del noroeste peninsular en campo de éstas batallas.
El P.Carvallo recoge una de esas crónicas, donde se relata una posible batalla entre los moros y cristianos en la Veiga del Palo, concretamente cerca de una laguna pantanosa muy próxima al límite provincial actual. La crónica relata lo siguiente:
"Y el animoso Don Pelayo acudió con suma diligencia y apercibimiento a impedirles la entrada, por manera que al moro le fue forzoso acogerse con su gente por aquellas montalas de Laciana y dentro de dos días como llegó sobrevino tal pestilencia en aquel paraje que de todo aquel ejército (doce mil hombres de a pie y ochocientos de a caballo) no quedaron mil personas y el Rey Abderramán adoleció de la misma enfermedad, aunque no murió de ella y se volvió a Toledo sin hacer efecto alguno".
El texto presenta varias farsas. La primera de ellas es que Pelayo y Abderramán no coinciden en el tiempo, por lo que se presentan tres posibilidades:
1- En lugar de Pelayo se tratase de otro rey posterior: Fruela I, Alfonso I,...
2- En lugar de Abderramán se tratase de un caudillo árabe.
3- La Batalla nunca existió.
Si aceptamos que la batalla se produjo realmente, es impensable un ejército de tales dimensiones, ya que los musulmanes desarrollaban sistemas de razias, con grupos reducidos, y los cristianos eran incapaces de presentar un gran ejército para hacer frente en batalla, sino grupos pequeños para hacer emboscadas. Sería impensable una emboscada a un ejército de tales dimensiones.
Es posible que gran parte de la "pestilencia" que argumenta el texto, fuese fruto de la propia zona pantanosa.
De todas formas, no sería descabellado pensar que pudieron existir emboscadas y pequeños enfrentamientos en esta zona de la Veiga del Palo, pues se trata de una importante via de comunicación durante la Edad Media y posiblemente anteriormente, que comunicaba el Valle de Laciana con la zona de Monasterio de Ermo, Leitariegos, Brañas, Visturil, Trascastro, Cabuezos,...que en su momento fueron importantes.
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